Tomando como referencia el atún rojo del Estrecho de Gibraltar, se hace una descripción de los métodos de pesca empleados en su captura desde las antiguas poblaciones de homínidos hasta la actualidad. Para ello, y en base a estudios paleoantropológicos recientes, se describe la forma hipotética en la que este pez habría sido capturado por los neandertales (hace más de 30.000 años); basándose en una extensa bibliografía sobre el tema, se describe la forma en que se habría practicado la pesca en la ciudad romana de Baelo Claudia (200 a.C.); y cómo era en la Edad Moderna y como es en la actualidad. Se da información sobre las estadísticas de pesca de tres almadrabas españolas entre 1525 y 1756, sobre las que se han pronunciado diferentes científicos en publicaciones recientes, y se hace hincapié en la sobrepesca que se ha producido desde mediados del siglo XX, sus consecuencias y cómo estos han sido superados.
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
Hace más de 30.000 años
Las cuevas del Peñón de Gibraltar ofrecen muchas evidencias de la presencia de poblaciones de homínidos, que han sido estudiadas desde mediados del siglo XIX. Un grupo internacional de científicos intensificó las excavaciones desde 1995 en las cuevas Gorham y Vanguard (Giles-Pacheco et al. 2001). De estos estudios se extrae la siguiente frase: “En los últimos registros paleontológicos hemos detectado la presencia de macro-ictiofauna identificable por vértebras de túnidos medianas y grandes” (En los últimos registros paleontológicos hemos detectado la presencia de macro-ictiofauna identificable por túnidos vértebras de mediano y gran tamaño). Esto sin duda se refiere a muestras ABFT encontradas en el estrato III correspondiente al período Magdaleniense (hace 15.000 años) en el Paleolítico superior; aunque se sabe que estas cuevas estuvieron habitadas hace más de 40.000 años (Paleolítico Medio).
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
En excavaciones posteriores (1999–2005) en la cueva de Gorham (Finlayson et al. 2006) se han encontrado nódulos de carbono en todo el estrato IV (hace 20 000–30 000 años), que está asociado con la ocupación por los neandertales, que en a su vez significa que fue utilizado por estos homínidos para hacer fuegos.
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
Stringer et al. (2008) descubrieron que los neandertales que vivieron en estas cuevas hace más de 30.000 años ya comían pescado. Aunque el consumo de ABFT por parte de los neandertales no está probado, Cort (2006) cita los varamientos esporádicos de esta especie como consecuencia de las estampidas producidas en las persecuciones por las orcas, Orcinus orca (L.), como una de las posibles vías por las que los homínidos pueden han comenzado a comerlo además de las pequeñas especies que se encuentran en la cueva (Diplodus sargus (L.) o D. vulgaris (F.)). Este tipo de eventos son habituales en las playas del Estrecho de Gibraltar. La estrechez del Estrecho de Gibraltar en ese momento (10 km), el nivel del mar más bajo, 120 m por debajo del actual (Allen et al. 1999; Tzedakis et al. 2002; Rodríguez-Vidal et al. 2013), con amplios valles (ahora bajo el agua) y muchas islas (Montero y Bernal 2011), las condiciones bien pueden haber sido favorables para el varamiento de atunes y otras especies.
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
El Estrecho de Gibraltar hace 30.000 años: de una cueva al borde de la amplia llanura descendieron los miembros de varias familias neandertales camino de la playa que, debido a la actual glaciación, se encuentra a varios kilómetros de distancia como consecuencia de la 120- m caída en el nivel del mar. Es primavera, y como bien saben por sus antecesores, en esta época del año los túnidos, llenos de huevos, migran hacia el este. El estrecho ahora consta de dos canales anchos distintos y África está a solo 10 km de distancia. La corriente es muy fuerte, pero las orcas pronto comenzarán la persecución de los cardúmenes de enormes túnidos. En la persecución algunos de los enormes peces quedarán varados, y cada uno de ellos asegurará mucho alimento para estas últimas familias neandertales, que llegaron aquí dos mil años antes cuando huían del frío glacial que se extendía por el continente europeo.
Imperio fenicio-romano
Quedan muchas muestras de los imperios fenicio y romano (1200 a. C.-470 d. C.) tanto en la literatura como en la iconografía del interés y el comercio que surge de ABFT entre las poblaciones costeras.
(2006, 2007) Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
Durante miles de años se ha pescado atún rojo en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar y en toda la cuenca mediterránea (García Vargas y Florido del Corral 2011), pero fueron los fenicios los pioneros en el uso de las redes que, con el tiempo, llevaron a las almadrabas, un arte de pesca formado por laberintos que se instalaba cerca de la costa (Sarà 1998). Di Natale (2012) dice: “la pesca con almadrabas es la actividad industrial más antigua del sector pesquero, porque es bien sabido que las “trampas de atún” operaban en la antigüedad en Grecia, y las almadrabas de atún eran muy activas durante la época fenicia y romana. , en muchas zonas costeras”.
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
Durante el Imperio Romano ABFT formó la base de un comercio considerable tanto dentro como fuera de la cuenca del Mediterráneo. La ciudad romana de Baelo Claudia se encontraba en la zona del Estrecho de Gibraltar (Arévalo y Bernal 2007; Fernández et al. 2007), situada en la ensenada de Bolonia dentro del actual Parque Natural del Estrecho a tan sólo 12 km de la ciudad de Tarifa en la provincia de Cádiz. La ciudad fue fundada alrededor del siglo III aC y alcanzó su apogeo bajo el emperador Claudio (siglo I aC).
Artista: Lineke Zubieta (Santander, España) (Archivo de Documento)
La pesca, la industria del salazón y la producción de garum (salsa elaborada con los restos de ABFT y otros pescados macerados al sol en salmuera) eran las principales fuentes de riqueza de Baelo Claudia, ciudad desde la que se enviaban las exportaciones al resto del imperio. García Vargas y Bernal (2009) aportan abundante información sobre la producción de salazones, salsas de pescado y comercio en el sur de Hispania, lo que refleja la importancia de ABFT en esta industria. Morales y Roselló (2007) publican el hallazgo de 683 vértebras ABFT en un vertedero de basura de la fábrica Baelo Claudia en Punta del Caramiñal; y Niveau de Villedary (2009, 2011) incluso hablan del significado que pudo tener ABFT en las ceremonias funerarias de aquellos tiempos, ya que se han encontrado vértebras de este pez en una fosa junto a restos humanos (siglo III a. C.). Cort (2006, 2007), y García Vargas y Florido del Corral (2011) sostienen que la pesca ABFT en el Estrecho de Gibraltar en época romana se realizaba con redes lanzadas desde embarcaciones. Otras referencias a la pesca de ABFT en el mundo antiguo en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar (Algarve, Portugal; Lixus, Marruecos) se encuentran en Ponsich (1988) y Aranegui (2008).
Nos encontramos en la ciudad romana de Baelo Claudia en las proximidades del Estrecho de Gibraltar. Corre el año 195 a. C. y la temporada de pesca de atún rojo está muy avanzada. La migración de desove del atún se conoce desde hace mucho tiempo y los romanos han instalado aquí una factoría de pescado para capturar atunes cuando ingresan al mar Mediterráneo.
(De Ponsich, 1990. Taken de Sarà, 1998) Moneda de Atún rojo.
Todo está listo en la fábrica, y en la playa los pescadores esperan el momento.
Al finalizar la faena de pesca los atunes son llevados a la factoría. Una parte de la carne de los túnidos se destinará a la población local de Baelo Claudia, y el resto se salará. Las vísceras se dejarán macerar y fermentar al sol en la fábrica para hacer garum. El garum era un manjar gastronómico por sus propiedades organolépticas y alcanzaba un alto precio en el mercado. Según Plinio (23-79 d. C.), historiador y científico, el garum tenía un valor comparable al del perfume más caro.
4.3 Edad Moderna
Respecto a la Edad Moderna existen numerosos testimonios de que las trampas eran un privilegio concedido por los reyes a la nobleza (García 2012). En 1379, el rey Juan I reconoció la propiedad de todas las trampas a favor del Conde de Niebla. En 1396, Enrique III reconoció igualmente dicha propiedad como patrimonio de la herencia del conde. En 1445, el rey Juan II declaró propietario al primer duque de Medina Sidonia de todos los espacios aptos para la instalación de las almadrabas. Siglos después, un documento escrito por el padre benedictino fray Martín de Sarmiento (Fig. 4.12) dirigido al duque de Medina Sidonia (López y Ruiz 2005, 2012), entonces propietario de las almadrabas, el 18 de febrero de 1757, afirmaba que : Esta observación de la que he sido testigo despertó la curiosidad del Duque al compararla con la escasez de atunes que ahora se pescan en las almadrabas; afirmando que en siglos pasados los túnidos capturados en las almadrabas eran casi infinitos. Cuando el padre Sarmiento escribió la frase: …afirmando que en siglos pasados los atunes capturados en las almadrabas eran casi infinitos, se refería a las capturas históricas de 1555-1570 en las que prácticamente dos almadrabas (Conil y Zahara) capturaron una media de 58.000 atunes por temporada de pesca, aunque según varios científicos contemporáneos (J. M. Fromentin; D. Florido del Corral, J. A, López) esta cifra habría incluido también a los pequeños túnidos. Veinte años después de aquellos hechos históricos las capturas apenas llegaban a los 5.000 túnidos por almadraba. En el último cuarto del siglo XVI la ausencia de túnidos coincidió con la deserción del mercado por parte de los compradores, lo que provocó la caída de las almadrabas.
Taken de Di Natale (2012); Pesca del Atún Rojo en el Estrecho de Gibraltar, alrededor del 1550.
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